La orilla desnuda

La noche derramada
asombra tu aliento
La noche erótica
impulsa las estrellas
a enredarse en tu pelo
Te muerdo con los ojos
para no mancharte
Alargo éste exceso
de descubrirnos
en la orilla desnuda
la misma piel.


Me encuentro 

arañando tu vientre

develando el enigma

agitado a tu cintura

Me encuentro

con las manos erguidas

desenredando el caos

en tu sombra de mujer

resucitando el silencio.

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